viernes, 18 de julio de 2014

Ropa interior (1800)

El conjunto es del año pasado, pero tengo por costumbre dejar todas las cosas inacabadas. Hoy he terminado de ribetear el brassiere para poder fotografiar el conjunto y "presentarlo en sociedad", aunque aún falta la enagua. Mi conjunto de ropa interior de 1800 (no me gusta mucho emplear el término "Regencia" porque no soy inglesa, aunque prácticamente todo el mundo lo hace...) consta de:



- Un par de medias de punto cosidas a mano, con sus respectivas ligas (Las mismas que uso para el XVIII).

- Camisa de algodón (También la de segunda mitad del XVIII). 

- Brassiere. Hecho con tela de tapicería, forrado por dentro en algodón, con refuerzo de cordones y ribete cosidos a mano. El patrón lo he trazado yo misma según mi fisionomía, lo cual me ha costado muchos intentos y correcciones porque los que circulaban por internet no me encajaban. 

He de decir que no estoy satisfecha con cómo me sienta el brassiere, lo he terminado porque sería una pena dejarlo a medias. Es histórico, pero quizás más apropiado para mujeres con más volumen de pecho que necesiten una sujeción extra, o alguien que busque un escote similar al del siglo XXI. A mí personalmente me gusta más que los pechos queden separados y naturales. Y aunque el corsé "Divorce" no apareció hasta 1816, es evidente en los retratos y láminas de años antes que los corsés ya tenían ese efecto de separación y holgura. 

Cuando haga la enagua, más...








lunes, 5 de mayo de 2014

Robe a la Française

Una amiguita que encontré en apuros

Bueno, pues este es el ambicioso proyecto en el que he estado inmersa los últimos meses y por el cual he tardado tanto en publicar. Es el primer paso en mi construcción de un fondo de armario del siglo XVIII propiamente dicho, aunque ya anteriormente tuve mi primera toma de contacto en este siglo con la Casaquilla de Indiana

En esta ocasión he comprado seda salvaje, aún sabiendo que no es 100% histórica para el uso en vestidos, porque si puedo elegir prefiero comprar materiales que no conlleven sufrimiento animal, como ocurre con el tafetán


También hay que decir que el tafetán de seda es muy caro y cuando te planteas hacer un traje que necesita 10 metros como es este caso, te enfrentas a una factura de casi 500 € sólo en materiales. La seda salvaje cuesta algo menos, unos 20 o 25 €, y yo la compré de liquidación a 15 € así que me costó 135 € el corte de 9 metros. 


Pasando ya a hablar del vestido, mi primera idea fue hacerlo en color rosa melocotón. Como tengo pensado hacerme un traje de cada tipo (francesa, inglesa, polonesa, etc.) para tener un fondo de armario básico, pensé dedicar esta opción a hacer un traje lo más afrancesado y rococó posible, algo más pensado para mediados de siglo, en la línea de las Amistades Peligrosas, y utilizarlo para las danzas cortesanas de nuestro grupo de danza barroca. Pero cuando me enseñaron el catálogo no encontré el tono de rosa que yo buscaba, y me gustó el color gris plata con un ligero efecto tornasolado en color rosa, y esa fue mi decisión. Al final estoy muy contenta con el resultado. 



Las costuras de unión centrales las he cosido a máquina
(estoy en transición hacia la costura total a mano, pero poco a poco ;))

Para el diseño me inspiré en los trajes de Madame de Pompadour y en otros retratos de la época en los que se ven vestidos de color plata. Me inspiré en los mismos para el peinado y los complementos. 


Pensé que sería un infierno coser una bata francesa, especialmente por los pliegues a la Watteau. Pero la verdad es que el traje lo monté muy rápido, gracias a la sencillez de los esquemas de Janet Arnold. Lo que más tiempo me ha llevado (y como suele ser siempre) son los adornos y acabados a mano. El cuerpo interior está forrado en algodón y abierto en la espalda para ajustar los pliegues a la Watteau al cuerpo. El forro lo he ampliado y cerrado por delante para poder fijar bien el cuerpo y enganchar el peto sobre este en lugar del corsé directamente. 

Detalles del interior

Como decoración de la bata me decidí por las serpentinas onduladas, pues la década a recrear es la de 1750. En las décadas posteriores la bata francesa se hace más sobria y los adornos rectilíneos, combinados con compéres o petos bordados, más que de lazos. Aún así, no hay normas estrictas y un vestido de este tipo se puede adaptar bastante bien dentro de un margen de al menos tres décadas. 

Para las mangas reciclé los engageantes de un antiguo traje de fallera, y en las orillas de los volantes y el escote del peto usé una puntilla más pequeña.

Para decorar, mi madre realizó unas 30 rositas hechas con retales rosas y verdes, que dispuse a lo largo de las serpentinas, en las mangas, en el collar y en el pelo.


Cosiendo florecitas

Como primer peto opté por el más característico, el de lazos. Para ello cosí cintas horizontales y sobre ellas cosí los lazos, simulando que estaban atados con las propias cintas cosidas a los extremos del peto. Así es como solía hacerse. Como segunda opción tengo pensado hacerme un compére, que es un peto con botones. Y aún tengo una tercera opción reservada ;).


Este sí está cosido 100% a mano ;)

La bata terminada

Todo el conjunto terminado







viernes, 3 de enero de 2014

Y sobre la Seda Salvaje o Dupión...

Parece que muchos estudiosos están de acuerdo en que la seda salvaje es un tejido de la era industrial. Si bien no se admite como tejido histórico en la mayoría de blogs de indumentaria histórica, esto es discutible. Hay un libro titulado "The Silk Industry in Renaissance Venice" del historiador Luca Molà, en el que se trata este tema y se documenta que un tipo de seda de peor calidad, hecha con capullos rotos ha existido por lo menos desde el Renacimiento. Lo único que advierte es que no se sabe con certeza si el acabado era idéntico al que se obtiene ahora industrialmente (¿y? ¿acaso existe un tejido hoy que tenga el mismo proceso y acabado que siglos atrás?). Además, aunque no he conseguido conocer la fuente (mala costumbre de no citarlas, aunque seguramente proceda del libro de Molà), también he encontrado la siguiente información: 

"In 18th century Europe dupion was imported at half the price of good quality silk: most definitely an inferior product. In France the use of dupion for stockings or bonnet-making was prohibited by regulations published in 1743"

"Dupion as we know it now was invented in the mid-nineteenth century, when it was considered a cheap and slightly naff alternative to grown-up, un-slubbed silks like taffeta. There is, however, evidence that weaves similar to dupion were in use by the sixteenth century.

Al ser una seda de peor calidad, no se solía usar para trajes, sino más bien para complementos y como fondo en brocados, por lo que no parece que se conserven buenos ejemplos supervivientes. No obstante, existen ejemplos históricos con una textura muy similar, en los que se aprecian claramente las estrías, tal como la seda salvaje que conocemos, aunque la técnica de elaboración fuera seguramente distinta (insisto, hoy en día no hay tejido que podamos comprar que esté producido con la misma técnica y materia prima que antaño, por lo que siempre habrá diferencias).




Una nota sobre mis materiales

No quería dejar de aclarar que algunos de los materiales usados en mis confecciones no son 100% históricos por dos razones: 

- Mi poder adquisitivo para caprichos tiene un límite. Con esto quiero decir que obviamente no voy a costear sedas, encajes, piedras preciosas, etc. para todas y cada una de mis creaciones, aunque haga todo lo posible por emplear material histórico. Tampoco me limito a recrear ropa de campesina, puesto que mi interés abarca todos los estratos sociales. 

- Soy una defensora de los derechos de los animales. Yo me tomo muy en serio el rigor histórico, pero me niego rotundamente a usar pieles de animales, marfil y otros materiales que impliquen su sufrimiento por el simple hecho de adornar. Sólo empleo el cuero por ser un subproducto del consumo alimenticio y la seda en contadas ocasiones al no encontrar un sustituto posible. Intento usar seda salvaje u otras alternativas libres de crueldad en la medida de lo posible. 

(De todos modos, no le debo explicaciones a nadie).